ENVIDIA Y ADICCIÓN

El hecho de ser seres sociales, nos aporta como humanos muchas consecuencias positivas: nos da seguridad, una red de apoyo, podemos compartir nuestras alegrías, facilidad para nuevos aprendizajes, sentirnos acompañados, etc. Pero también existen otras repercusiones en lo individual, no tan ideales. Algunas de éstas pueden ser: la presión social para hacer conductas que no nos conviene, contagiarnos de sentimientos desagradables, acarrear con responsabilidades que no nos tocan, recibir críticas y humillaciones, etc. Entre éstas últimas, nos centraremos en una de las consecuencias negativas (o no, lo veremos más adelante) de ser seres sociales, que es sentir envidia. La envidia nace de la comparación. Si no existe otra persona con la que sentirse superior o inferior en algún aspecto, no aparecería este sentimiento. Pone en evidencia de lo que percibimos que carecemos, nos deja en una posición vulnerable. Por eso, nos sentimos cobardes y avergonzados de admitirla, y es desagradable sent