QUÉ HACER EN LAS CELEBRACIONES Y FIESTAS CUANDO TENGO UN PROBLEMA DE ADICCIÓN

Adicción y celebraciones, complicada relación. Éste es otro de los grandes desafíos a los que se tienen que enfrentar los pacientes con un problema de adicción cuando ya no están consumiendo.

El consumo de alcohol y otras sustancias, está muy establecido en fiestas y celebraciones. Cambiar este hecho es ir en contra de años de tradición. Una de las orientaciones básicas que damos a los pacientes para evitar recaídas es poner distancia a los disparadores. Exponerse, por tanto, a un evento donde existen cantidad de personas consumiendo sustancias, es arriesgado y aumenta notablemente la probabilidad de recaída.

Por otro lado, las celebraciones forman parte de nuestra cultura, es una de las actividades sociales que compartes con las personas que quieres y que proporcionan alegría y sentimiento de pertenencia.

¿Cómo combinar ambas necesidades (la de mantenerse en abstinencia junto con la de seguir celebrando con las personas que quieres los hechos importantes de una vida)?

En primer lugar, pensar que SÍ se puede. Es una cuestión de planificación. Programando diferentes cuestiones, se puede disfrutar las celebraciones, pero con una vida libre de sustancias. ¿Qué cuestiones son éstas? Veamos:

-          ¿Es una celebración importante para mí? ¿Va a aportar a mi vida algo positivo? (Se deben acudir a aquellas celebraciones que de verdad sean importantes para la persona)

-          ¿Iré acompañado por personas que entienden mi problema de adicción y que saben cómo actuar? (Es mucho mejor acudir con alguien que dé un soporte emocional y pragmático a la hora de afrontar este tipo de situaciones, alguien que sepa cómo actuar ante un momento de craving o ante un ofrecimiento de una copa).

-          ¿Tengo planificado qué voy a contestar cuando me pregunten por qué no quiero alcohol (u otras sustancias)? (Se debe tener previamente una frase preparada, tajante, sin titubeos, no entrar jamás en conversación con la persona que te lo ofrece. Mirar a los ojos de manera firme y decir algo así como: “NO, yo ya no bebo”)

-          ¿Cómo me voy a ir y cómo me voy a marchar? (No dejar sin planificar el medio de transporte y la persona con la que te vas a marchar).

-          ¿En qué momento me voy a marchar? (En las celebraciones la persona que tiene un problema de adicción debe estar alejada del momento en el que haya un “ambiente de fiesta” o “ambiente nocturno”, por ejemplo, marcharse antes de la “barra libre”)

-          ¿Alguien me va a acompañar en el momento de irme? (Es aconsejable estar acompañado por una persona que entienda el problema de adicción y asista a la persona a la hora de marcharse)

-          ¿Puedo tener libertad de marcharme si me siento incómodo? (Preparar opciones para poder irse en cualquier momento si la persona se siente incómoda)

-          ¿Puedo tomar medicación para prevenir el consumo? (Puedo tomar una medicación que sea disuasoria del alcohol)

Como se puede ver la clave está en el análisis previo y en no dejar nada sin atar previamente, además de estar bien acompañado por una persona que pueda apoyarnos en esa situación y mantenernos alejados de los disparadores tanto como podamos.

¿Y qué otras orientaciones damos a las familias durante el tratamiento de rehabilitación? En próximos posts, las iremos revelando.

Porque desde Las Flotas seguimos manteniéndote informado. Seguimos ayudándote.


Ana sala, psicóloga de las Flotas. 

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