EL PAPEL DE LA ANTICIPACIÓN EN LA REHABILITACIÓN
¿Qué pasará cuando salga? ¿Dónde trabajaré? ¿Qué
haré cuando no pueda manejar dinero? Dudas, son muchas
dudas acerca del futuro las que plantean los pacientes cuando ingresan en el
centro de rehabilitación.
La anticipación
durante el tratamiento está presente desde el momento que realizan la
entrevista de solicitud para ingresar. En el mismo planteamiento del inicio,
cuando preguntamos: ¿qué deseas conseguir ingresando en la comunidad
terapéutica?
Esta anticipación
puede resultar útil en algunos aspectos, pero en otros puede provocar una angustia
innecesaria, además de que pone en riesgo la adherencia al tratamiento. Veamos
con detalle, de qué manera puede influir la anticipación en el proceso.
Por una parte, como
decíamos, está la anticipación positiva,
aquella que provoca en el paciente una ilusión, una especie de visualización de
aquello provechoso que quieren realizar, su deseo de cambio, una vida donde la
adicción no esté presente. Este tipo de previsión supone un motor de cambio
para los pacientes. Es una representación de aquello que quieren conseguir en
el largo plazo, y que les da un sentido en los pequeños pasos y esfuerzos que
realizan en el día a día.
También existe una
anticipación práctica, que sirve para planificar y organizar lo necesario a
llevar a cabo durante el proceso, por ejemplo: la programación de citas médicas
y la preparación de pruebas, previas, para el ingreso.
Por otro lado, está
la anticipación negativa, que es la
que genera sentimientos de ansiedad. Aquella que más que beneficiar, supone un
peligro para alcanzar el objetivo de permanecer en el centro. Son las dudas,
por ejemplo, que algunos pacientes plantean en un inicio, y que están fuera de
su control y son difíciles de responder, por no decir imposibles, ya que
suponen una anticipación muy alejada de la realidad. Por ejemplo, hay usuarios
y usuarias que se preguntan al inicio de tratamiento: ¿Y dónde trabajaré cuando salga? ¿En qué emplearé mi tiempo libre cuando ya no esté en el centro? ¿Dónde
viviré? Estas preguntas de largo alcance no se pueden responder al inicio
de tratamiento, ya que para contestarlas es necesario ver la evolución del
paciente (y de su familia) en la rehabilitación, los recursos que existen
dentro de su propio contexto, las habilidades que el propio paciente va
adquiriendo, etc. Por tanto, estas cuestiones forman parte de la construcción que
va realizando el propio paciente dentro de la comunidad terapéutica, y, por
tanto, se van dando durante la propia rehabilitación, especialmente, en la
última fase. Con una cuestión importante a tener en cuenta: en muchas
ocasiones, el o la paciente que ingresa en un inicio, en nada se parece al que
finaliza el tratamiento.
En Las Flotas
disponemos de profesionales preparados específicamente en estas cuestiones, que
acompañan al paciente durante la etapa de inserción socio-laboral (etapa final
de tratamiento) a que descubra cuáles son los recursos con los que cuenta en su
propio entorno, y cuáles son los objetivos específicos que ha de conseguir una
vez que ya no esté dentro de la comunidad terapéutica. Digamos que los
pacientes no son despedidos de manera brusca del proceso, sino ubicados de
manera amable y acompañada en su ambiente.
¿Y qué otras
orientaciones damos a las familias durante el tratamiento de rehabilitación? En
próximos posts, las iremos revelando.
Porque desde Las
Flotas seguimos manteniéndote informado. Seguimos ayudándote.