LAS ESTRATEGIAS DE AFRONTAMIENTO EN LAS ADICCIONES
Lo primero, para
saber qué tema vamos a tratar hoy, es definir. ¿Qué es eso de estrategias de
afrontamiento? Según Lazarus y Folkman, las estrategias de afrontamiento son un
conjunto de herramientas cognitivas y conductuales que la persona utiliza para
gestionar demandas internas o externas que sean percibidas como excesivas para
los recursos del individuo.
Debemos tener en
cuenta que el estrés es la falta de equilibrio entre los recursos con los que
cuento (o percibo que tengo), y la eficacia de éstos para hacer frente a una
situación o problema que tengo que afrontar o resolver (el estrés es cuando el
primer punto supera el segundo de manera significativa). Por eso, estaremos de
acuerdo que, a mayor aprendizaje de estrategias y habilidades para hacer frente
a estas situaciones conflictivas o complejas, y siendo conscientes de ellas,
tendremos una menor sensación de estrés, que es un sentimiento que si es muy
intenso, puede generarnos un malestar importante.
En las personas con
trastorno de adicción, este estrés puede suponer un disparador interno notable.
Por ello, dentro del programa de rehabilitación, surge como un pilar importante
el desarrollo de competencias para afrontar situaciones dificultosas.
Tradicionalmente,
dentro de los estudios de psicología, se han diferenciado tres tipos de
estrategias de afrontamiento, según el foco de atención hacia donde van
dirigidas:
a)
Centradas en el
problema (estrategias activas). Cuando percibimos que tenemos algo de control
para solucionar el problema. En estos casos podemos desplegar una serie de
estrategias como: búsqueda de información, planificar una estrategia de acción,
buscar apoyo profesional, organizar distintos pasos hacia una solución, etc.
b)
Centradas en las
emociones (estrategias activas o pasivas, según el uso que se le dé). Cuando no
existe un control de la situación, pero debemos enfrentar las circunstancias
igualmente. Lo que trataremos es de minimizar el impacto de la intensidad
emocional con habilidades como la expresión emocional, rezar (quien es
creyente), aceptación del problema, buscar apoyo en amigos, revaluación
positiva, autocontrol, parada de pensamiento, técnicas de relajación, etc.
c)
Basadas en la
evitación (estrategias pasivas). Son aquellas estrategias referidas a evitar el
problema no pensando en él, y esperando a que se resuelva por sí mismo, negando
el problema.
El consumo de
sustancias se puede situar dentro de las estrategias basadas en la evitación y
son, en la mayoría de ocasiones, estilos de afrontamiento desadaptativos o poco
eficaces, ya que impiden poner en marcha estrategias (activas y/o pasivas) para
hacer frente al problema. Por ello, durante el tratamiento de rehabilitación,
tratamos de que los pacientes hagan acopio de otro tipo de habilidades más
activas, centradas en la búsqueda de soluciones con un estado emocional
regulado, para tratar de ir sustituyendo aquellas estrategias basadas en la
evitación, como el consumo de sustancias, que tantos problemas les han traído.
¿Y qué otras
orientaciones damos a las familias durante el tratamiento de rehabilitación? En
próximos posts, las iremos revelando.
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