FACTORES DE RIESGO DEL CONSUMO DE DROGAS II

Bienvenidos de nuevo otra semana al espacio de Las Flotas donde seguir aprendiendo y profundizando acerca de las adicciones, siempre desde el punto de vista pragmático. Un lugar donde aprendemos a conocer, prevenir y proteger a las personas del consumo de sustancias tóxicas.

Seguimos con la serie que iniciamos la semana anterior de los factores de riesgo que predisponen al consumo, aunque no provocan obligatoriamente, como dijimos en la entrada previa, y cuya lectura recomendamos antes de proseguir, ya que encontraréis qué es exactamente esto de los factores de riesgo.

Hoy continuamos, pero centrándonos en aquellos elementos que están asociados al sistema macrosocial y cultural.

Los factores asociados al sistema macrosocial son aquellos que están vinculados más allá de nuestros círculos sociales más cercanos (familia, red laboral, amigos, tec.), y de los cuales hablaremos próximamente, y que componen las condiciones sociales a gran escala, como, por ejemplo: las leyes, la cultura, el sistema de valores sociocultural, los medios de comunicación, etc.

Los elementos macrosociales que pueden afectar y suponer un aumento en la probabilidad de consumo son:

- Disponibilidad y fácil acceso de drogas: Un fácil acceso a las sustancias, así como la legalidad o no de la misma, y el precio que tiene, repercute en el número de consumidores y en la cantidad que se consume del tóxico.

Tolerancia social hacia el consumo de determinadas sustancias como el alcohol: El arraigo cultural que tiene el uso de sustancias en una determinada sociedad, afecta a que exista una mayor o menor predisposición al consumo. Un ejemplo de esto es el culto al alcohol que existe en nuestra población, y la confusión que esto puede crear a la hora de que una persona pueda ser consciente de tener un problema de abuso de alcohol.

Falta de recursos, difusión o facilidades para el empleo saludable del ocio: El uso de algunas sustancias, como el alcohol y el tabaco, forman parte del ocio de nuestra ciudadanía, existiendo multitud de puntos de venta y de lugares (bares, pubs o discotecas), faltando en ocasiones la existencia de alternativas a este tipo de entretenimiento.

Publicidad de drogas legales, que enganchan con valores asociados a necesidades básicas de la persona: Las grandes empresas de tóxicos legales, publicitan las sustancias que les interesa vender vinculando éstas con deseos o necesidades del público diana al que les interesa vender. Un ejemplo de ello son los anuncios de cerveza, donde se asocian algunos valores como la juventud, la diversión, el disfrute, la amistad, la belleza o, paradójicamente, el estilo de vida saludable, al consumo de esta sustancia.

Planificación urbanística: Una organización de las viviendas que puede favorecer las aglomeraciones poblacionales y la falta de otros servicios sociales públicos en dichas zonas, puede colaborar a la existencia de ambientes más desfavorables donde exista un mayor número de conductas desadaptadas y consumo de drogas.

Clima social donde existan valores contradictorios o contrarios a la salud, como la competitividad o la búsqueda de éxito (entendido como algo material): El culto al dinero o la productividad laboral por encima de otros valores, incluso el uso de sustancias tóxicas como una seña de identidad de un grupo o clase social determinado puede favorecer el consumo de algunas sustancias. Un ejemplo puede ser el uso de cocaína en un ambiente laboral competitivo.

Inadecuado discurso social: Algunas ideas equivocadas del uso de sustancias, pueden causar confusión y tener falta de conciencia ante el uso de algún sector poblacional, por ejemplo, el hecho de que solo se nombre como “droga” aquellas sustancias ilegales, o tener la idea o prejuicio de que una persona drogodependiente es solo una persona joven y con problemas sociales, o que se asocie el consumo de drogas solo con un sector poblacional, pueden acentuar el consumo de sustancias.


Sin perjuicio de que existan otros factores, como los individuales, de los que hablamos la semana anterior, como los relacionados con elementos microsociales, que atenderemos más adelante, debemos ser críticos con estas cuestiones de índole más macrosocial y, en la medida de lo posible, no seguir fomentándolas, dentro de nuestras posibilidades.

¿Y qué otras orientaciones damos a las familias durante el tratamiento de rehabilitación? En próximos posts, las iremos revelando.

Porque desde Las Flotas seguimos manteniéndote informado. Seguimos ayudándote. 



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