HABLAR DE CONSUMO
Contarnos. Escribirnos. Reescribirnos. Una y otra vez. Eso es
lo que, de manera más o menos consciente, hacemos con nosotros mismos. Podemos
identificarnos con muchos tipos de personajes, por ejemplo: ¿te cuentas como un
personaje principal, o un personaje secundario?, ¿o más bien un antagonista que
se opone contra el personaje principal?, ¿te relatas como un personaje que no
cambia durante el cuento?, ¿o más bien uno que en nada se parece al que empezó
la historia?, ¿te reconoces en un personaje estereotipado?, ¿un héroe valiente
y habilidoso o un antihéroe?, ¿una delicada princesa o la mujer guerrera?, ¿un
gobernante corrupto o un alcalde compasivo?, ¿un vengador quizá?, ¿o un rebelde
sin causa?
Explorar cómo se cuenta cada usuario y descubrir cuál es su
mundo narrativo interno, es uno de los objetivos que los profesionales
nos planteamos cuando una persona ingresa en el centro. Dentro de los relatos
de nuestros pacientes encontramos muchas historias con un ambiente y unas
tramas que giran en torno a la adicción y el consumo de sustancias. Y ellos
como personajes principales o secundarios, con unas características u otras,
pero todos coinciden en que se mueven en este ambiente, y no son capaces de
salir.
Una de las metas del equipo terapéutico de Las Flotas, es
cambiar esas narraciones. Crear un relato alternativo, donde ellos se centren
en sus propias fortalezas, y sean personajes que evolucionan y cambian. Unos
protagonistas que sean capaces, incluso, de dar un sentido a lo que les ha
pasado, para pasar de página, y crear otros enfoques más favorables para su
vida. Como el héroe o la heroína humilde y valiente, que aprende, confía,
lucha, intuye, llora, duda, vuelve a confiar, sigue adelante, y vence.
Por ello, cuando vuelven a las mismas historias que traían,
con los mismos contextos, las mismas acciones una y otra vez (que, si consumía
esto o lo otro, aquí en el bar o allá en el garito, etc.), incluso banalizando
o minimizando, tratamos de que no se recreen y que no vuelvan a dejarse atrapar
en esas historias, sino de que sean autores de otras nuevas. Que son capaces. Y
tanto que son capaces.
Desde Las Flotas les ayudamos a ello. A que exploren nuevas
maneras de actuar, de divertirse, de relacionarse, de verse a ellos mismos, de
celebrar, de pensar y de sentir. Ayudando también a que la familia co-cree con
ellos ese nuevo universo más amable y satisfactorio para todos.
¿Y qué otras orientaciones damos a las familias durante el
tratamiento de rehabilitación? En próximos posts, las iremos revelando.
Porque desde Las Flotas seguimos manteniéndote informado.
Seguimos ayudándote.