ABURRIMIENTO Y CONSUMO

El aburrimiento, según la RAE, es la sensación de fastidio provocada por la falta de diversión o de interés por algo. Es una sensación humana y universal, cuando durante un tiempo determinado, no encontramos qué hacer. Suele aparecer más frecuentemente en la etapa infantil, ya que, en la etapa adulta, además de que las responsabilidades vitales acostumbran a ser cuantiosas, la práctica de las aficiones está más instauradas, y las opciones de planes o actividades son diversas.

Pero, profundicemos, ¿y si la sensación de diversión o de interés es por la vida en general? ¿Y si esa sensación de fastidio o insatisfacción se encuentra ante la existencia de manera prolongada?

La falta de motivación y el no saber qué hacer con la propia libertad, por ejemplo, tras una jornada laboral (libertad que disfrutamos gracias a los esfuerzos de movimientos sociales anteriores) provoca en muchas ocasiones a las personas a una sensación de falta de sentido al vivir. En este punto, es cuando las adicciones cobran un papel destacado al cubrir o silenciar esa sensación tan poco agradable como es el aburrimiento. A veces, el trastorno de adicción responde a la búsqueda de soluciones a los problemas vitales, que además de no solucionar, no convienen.

Si eso ocurre, en primer lugar, se debe analizar cuáles son las causas que han hecho a la persona llegar a ese punto: ¿esa insatisfacción esconde un trastorno como puede ser una depresión o TDAH?, ¿es una crisis temporal?, ¿es por una cuestión de personalidad, que busca experiencias novedosas? Una vez descartados, y tratados, otros posibles trastornos, veamos qué soluciones se puede dar para remediar un aburrimiento o insatisfacción vital más profundo, y que dentro del tratamiento de rehabilitación en la Comunidad Terapéutica de Las Flotas juegan un papel fundamental.

- Búsqueda y práctica de aficiones variadas que sean satisfactorias y divertidas para aquel que las practica.

- Compromiso con las responsabilidades propias.

- Participación activa en las relaciones personales con los compañeros del centro, poniendo en práctica habilidades sociales respetuosas.

- Sanar las relaciones familiares.

- Búsqueda de un sentido u objetivos vitales saludables.

- Reparar daños anteriores.

- Dar salida a las emociones y aprender a gestionarlas.

- Potenciar las fortalezas propias.

- Priorizar los valores humanos más importantes.

- Establecer una rutina diaria saludable.

- Práctica de actividad física.

- Cumplir con límites y normas sociales que respeten a uno mismo y a los demás.

Éstas son algunos de los pilares que en Las Flotas desarrollamos para conseguir la rehabilitación de las personas con adicción. Víctor Frankl, neurólogopsiquiatra y filósofo austríaco, resumió de una forma muy elegante cómo empezar a dar sentido a la propia vida para que no “aburra”: “El amor a sí mismo es el punto de partida del crecimiento de la persona que siente el valor de hacerse responsable de su propia existencia”. Ese es nuestro compromiso.

¿Y qué otras orientaciones damos a las familias durante el tratamiento de rehabilitación? En próximos posts, las iremos revelando.

Porque desde Las Flotas seguimos manteniéndote informado. Seguimos ayudándote.


Ana Sala, psicóloga de las Flotas.

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