COMO FAMILIAR, ¿PUEDO CONFIAR EN LA PERSONA CON EL TRASTORNO DE ADICCIÓN?
Confiar o no
confiar, ese es planteamiento de muchos familiares nos traen al tratamiento. Y
por qué no, ¿confiar y no confiar? La confianza se deposita en el otro en la
mayoría de ocasiones, cuando a lo largo del tiempo, se construye una relación
en la que se cumple la esperanza de que una persona actúe como desea. En las
personas con trastorno de adicción, esta construcción se derrumba, tras años de
decepciones y mentiras continuas, causadas por el enloquecedor deseo de
consumo.
Guardar una parte de esperanza en el cambio del otro, ayuda a
seguir adelante, a no caer en el pesimismo, a seguir motivado. Sin embargo, hay
que tener en cuenta las estrategias particulares de las personas con problemas
de adicción. Estas estrategias se repiten una y otra vez: manipulación,
mentira, generación de culpa y pena y robar. No es personal, es cuando la
enfermedad se apodera de la persona. Después de todo, el deseo de consumo es
potente, y los consumidores encuentran razones y caminos de igual potencia para
obtener finalmente, su objeto de deseo.
¿Cuándo confiar? Confiar significa en trasladar a la persona
allegada nuestra preocupación, así como los métodos o recursos que existen para
solucionar ese problema. Ofrecer nuestra ayuda, SIEMPRE QUE SE CUMPLAN UNAS
EXIGENCIAS PREVIAS, entre las cuales se deben encontrar: la abstinencia, el
seguimiento del tratamiento con disciplina, el respeto hacia la persona que
ofrece el apoyo.
¿Cuándo no confiar? Una orientación para saber si no debo
confiar, será respondiendo a la siguiente pregunta: ¿Esto que me pide la
persona con adicción, se salta algún límite de las condiciones previas o de los
límites/orientaciones que aconsejan los profesionales de la rehabilitación?
Siguiendo este principio básico, y a pesar de la insistencia que pueda
presentar la persona con adicción, la cual, es en la mayor parte de los casos,
muy poderosa, es probable que se halle más preparado para enfrentarse a la
primera cuestión que planteábamos, ¿puedo confiar en la persona con el
trastorno de adicción?
Después surgirán más dudas, como, ¿y cómo manejo mi propia
culpa al no ceder en las peticiones del familiar con adicción?, ¿cuáles son las
orientaciones pragmáticas que debo seguir cuando la persona afectada? Si siguen
nuestro blog, podrán averiguar éstas y más cuestiones.
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